La limpieza de la prótesis se realizará extrayéndola de la cavidad anoftálmica.
La limpieza de la prótesis se realizará frotándola con jabón desengrasante neutro y seguidamente aclarándola con agua, quedando prohibido alcoholes o productos abrasivos.
La periodicidad con la que se tiene que realizar la higiene de forma generalizada y dependiendo del paciente será aproximadamente una vez al mes (Consultar siempre con su ocularista).
La limpieza de la orbita se realizará con lavados bajo irrigación a presión con suero fisiológico, para la extracción de los fluidos acumulados.
- Mojar la ventosa, apretar el extremo y presionar ligeramente contra la prótesis.
- Dejar de apretar la prótesis y asegurarse que la ventosa está enganchada.
- Mirar hacia arriba, bajar el párpado inferior con la otra mano mientras estiramos hacia abajo y a fuera la prótesis.
- Lavar la prótesis con un jabón no abrasivo, sin fragancias ni cremas, y aclarar con abundante agua.
- Enganchar la ventosa en el centro de la prótesis (ligeramente humedecida).
- Subir el párpado superior con la otra mano.
- Introducir por debajo del párpado superior la parte superior de la prótesis, hasta el fondo.
- Sostener la prótesis en esa posición y con el dedo índice de la otra mano bajar el párpado inferior e introducir la parte inferior de la prótesis.
- Apretar ligeramente la ventosa para desengancharla.
Se recomienda realizar visitas periódicas anuales; siempre y cuando no existan disconfort, excesivas secreciones, desajuste de la prótesis o hundimiento.
Las prótesis tienen una vida aproximada de dos años en adultos, y de uno a dos en niños, debido a los cambios producidos en la morfología orbitaria y al deterioro de la prótesis.